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martes, 4 de noviembre de 2008

La sanidad en EEUU (y 3)

Election Day y todavía no he tenido tiempo de comentar el programa electoral del senador Obama respecto a la sanidad estadounidense. El trabajo es lo que tiene, que no te deja tiempo ni para respirar.

'Alivio sintomático, pero no cura'. Así definía el New England Journal of Medicine la propuesta de Obama para la reforma del sistema sanitario de EE.UU. En principio, su idea es lograr que los casi 47 millones de americanos que no tienen seguro médico reciban cobertura y, al mismo tiempo, lograr que las familias medias americanas se ahorren 2,500 dólares al año en las primas de sus seguros.

En concreto, Obama impondrá a las empresas la norma 'play-or-pay', que podríamos traducir libremente como 'juega o paga'. Es decir, las empresas tendrán que hacer una aportación significativa al coste de los planes de salud de sus empleados o pagar un impuesto que ayudará al gobierno a pagar un nuevo plan público de salud.

El problema de este enfoque, según los expertos, es que en realidad es el empleado quien carga con el coste de los seguros de empresa. Estos seguros médicos se ofrecen como parte del plan de compensación económica de las empresas a sus trabajadores y, dicen los críticos de Obama, si el el empresario tiene que hacer una mayor aportación, lo hará a costa de reducir otros beneficios del empleado, posiblemente el salario. O al menos este no aumentará tan rápido como le gustaría al trabajador.

El plan de Obama también pretende corregir los problemas de los seguros médicos individuales. Como ya comentamos cuando hablamos de los planes de McCain, las familias pagan primas más caras por los seguros médicos individuales y estos, además, ofrecen menos beneficios que los seguros de empresa. Obama pretende crear un nuevo plan de salud nacional que estará a disposición de cualquier ciudadano estadounidense, sin inquirir sobre su estado de salud o sobre posibles enfermedades que ya pueda tener. Las primas que pagarán las familias se determinarán en función del poder adquisitivo de cada comunidad o ciudad, lo que significa que todas las familias de un mismo área pagarán lo mismo por el seguro médico.

El problema de este enfoque es que un buen seguro médico requeriría el pago de primas que serían inasequibles para muchos ciudadanos. Otra opción sería ofrecer planes de seguros más económicos, pero a costa de contar con menos prestaciones y más copago. Para evitar esto, los responsables de la campaña de Obama han anunciado que el gobierno del senador de Illinois dedicaría 65.000 millones más de dólares al año para financiar estos seguros médicos. En definitiva, aunque el proyecto de Obama permitiría a muchos americanos sin seguro médico disponer de uno, está por ver que se pueda lograr a un precio que sea admisible para el conjunto de la sociedad americana.

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