Vistas de página en total

viernes, 30 de octubre de 2009

Una de miedo


Puede que sea pura casualidad –o no, que diría Mariano Rajoy–, pero no deja de ser curioso que el defenestrado Ricardo Costa, Ric para los amigos, saque a pasear su cadáver político justo antes de la celebración de Halloween, la cosa esa de los muertos que los americanos han terminado por imponer como fiesta a medio mundo. Y ahí tenemos al pobre Mariano, cual Buffy Cazavampiros, rebanándole la cabeza –aunque sólo un poquito, ‘cautelarmente’ en definitiva– al zombi Ric.

Hablan los informativos de que este sábado se celebra la fiesta del terror. Y pienso yo que para terror, el que ha tenido que experimentar Rajoy esta semana. Primero, el vampiro y la vampiresa atacándose directos a la yugular. Pero no se querían chupar la sangre mutuamente, no se crean. Lo que buscaban era chupar la sangre de los madrileños a través de Caja Madrid.

Después, la Mañana de los Muertos Vivientes, con Ricardo Costa en el papel protagonista y Francisco Camps –lo suyo es muy bonito– argumentando que Ric está estupendo y que en Valencia no huele a descomposición, sino a rosas y azahar. Y Mariano que no gana para sustos. Métanlo en el Pasaje del Terror, invítenle a pasar una noche en el Motel Bates, llévenle de cena con Leatherface… Pero, por favor, no le obliguen a seguir soportando a la banda de 'freaks' que tiene como compañeros de partido. A este paso, al próximo comité ejecutivo tendrá que aparecer con una ristra de ajos al cuello y balas de plata en la recámara.