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lunes, 14 de septiembre de 2009

La muerte os sienta tan bien


“Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”... Seguro que cuando James Dean pronunció esta mítica frase sólo pensaba en dejar un recuerdo imborrable en sus seguidores, pero hoy en día cualquier directivo de cualquier multinacional de la industria musical la firmaría incluso sujetando el bolígrafo con su esfínter, si hiciera falta. Y si me apuráis, ni siquiera es importante vivir rápido o morir joven. Lo importante es dejar un cadáver que ofrecer al carroñero que todos llevamos dentro.

Fijaos en el caso de Michael Jackson: un tipo que ascendió a los cielos de la fama, las ventas multimillonarias y la adoración de las masas para luego caer en picado a los infiernos de la ignominia y la difamación. Y ahí lo tienen, recién enterrado –parece mentira lo que tardan en dar sepultura a sus cadáveres los americanos, y si no me creéis, acordaos de James Brown– y vendiendo discos a cascoporro. Pero no es el único caso. ¿Alguien lleva la cuenta del número de discos de grandes éxitos que ha editado Queen desde que feneciera Freddie Mercury? Y qué decir de los Beatles. Con la mitad de sus miembros criando malvas, y mantienen vivo el mito a base de recopilatorios, reediciones, musicales y hasta tazas de café.

Lo curioso de este fenómeno es que sólo parece afectar a las estrellas internacionales, porque dentro del panorama patrio, ¿quién se acuerda hoy de Nino Bravo, Cecilia o Enrique Urquijo? ¿Cuántas copias se han vendido del disco recopilatorio de Antonio Vega, editado deprisa y corriendo a los pocos días de morir? ¿Qué fue de Burning después de que falleciera Pepe Risi? Pero ya se sabe que en España aplicamos a rajatabla aquello de “el muerto al hoyo y el vivo...”

1 comentario:

Isa dijo...

jajajaja

qué bueno!! totalmente de acuerdo... los españoles somos más de bailar sobre la tumba de los muertos. Y es de las pocas tradiciones patrias de las que me siento orgullosa :-)