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martes, 19 de enero de 2010

Lo que diga la rubia

Sepa usted, querida lectora, que si es rubia la vida le tratará mejor. Da igual si es rubia natural o si en su caso se aplica aquello de ‘rubia de bote, chocho morenote’. Lo importante es que su pelo luzca radiante como el trigo antes de la cosecha.

¿Qué de dónde me he sacado semejante tontería? Pues oiga usted, no me lo he inventado, que para mí todas las mujeres son estupendas tengan el color del cabello que tengan. No, lo dice un estudio realizado a pachas por la Universidad de California y la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, nada menos.

Y para llegar a esa conclusión, los investigadores analizaron a 156 universitarias californianas (puede que los investigadores fueran unos frikis, pero no eran tontos, desde luego) y comprobaron que las mujeres rubias, tanto de forma natural como teñidas, recibían más atención y eran mejor tratadas que el resto. Pero lo que más chocó a los investigadores no fue eso, sino que resulta que las mujeres rubias también eran las que mostraban una actitud más aguerrida y decidida. Fin del mito de la rubia tonta.

Según un experto que participó en el estudio –cuando le entrevistaron aún le caía baba por la comisura de los labios–, cuanto más especial se siente una mujer, como parece ser el caso de las rubias, más propensa es a ser agresiva para conseguir sus objetivos. Claro que también añadió que quizás estas mujeres ni se den cuenta de que son tratadas como princesas. ¿Pero no habíamos quedado en que las rubias no eran tontas? Ya no entiendo nada. Sigamos leyendo el estudio, que promete…

… Y vaya si promete, pues también resulta que para ser tratada como una rubia no hay que haber nacido en Noruega. ¡Qué va! Basta con teñirse el pelo y ya está, a vivir una vida de princesa. Ahora entiendo porqué las chonis poligoneras acuden en masa los sábados a la pelu.

Se supone que ahora debería ponerme serio y largarles una perorata insoportable sobre la utilidad de estudios como este y la inmoralidad de gastar dinero en averiguar si las rubias son más o menos competentes que el resto de las mujeres teniendo en cuenta que estamos en crisis y que hay muchas enfermedades graves a las que destinar el dinero para la investigación… Pero hoy no lo voy a hacer, no tengo tiempo. Dentro de una hora tengo cita con el cirujano para una operación de cambio de sexo y mañana tengo hora en la peluquería. Yo también quiero sentirme como una princesa.